Reingreso


Preparando a los reclusos para el reingreso

Casi todos los prisioneros son eventualmente liberados de regreso a la sociedad. Que reingresen a la sociedad con éxito—como miembros que contribuyen a ésta—o no, constituye una cuestión de seguridad pública. Desafortunadamente, la mayoría de los ex-reclusos no puede hacer una transición exitosa y finalmente regresan a la cárcel.

Los delincuentes encuentran muchos obstáculos al salir de prisión. A algunos de estos obstáculos ya los habían enfrentado antes de la cárcel, tales como el desempleo, abuso de drogas, baja autoestima y relaciones antisociales, entre otros.

Pero, otros obstáculos son resultados de la cárcel en sí. Los reclusos tienen poco control sobre la vida diaria, lo que significa que pueden verse abrumados por las alternativas frente a ellos después de la prisión, y no están preparados para tomar buenas decisiones. Aún más, la cárcel los separa de las redes de contención que tenían en el pasado, contención que podría ayudarlos a hacer una transición exitosa a la sociedad.

En general, las cárceles hacen poco para preparar a los reclusos para satisfacer las necesidades inmediatas y prácticas que tendrán al ser liberados. Por ejemplo, dónde se quedarán esa primera noche y cómo se trasladaran a ese sitio. Con frecuencia, ni siquiera los reclusos piensan sobre este tipo de cuestiones, y sólo tienen ideas generales y a largo plazo sobre su futuro después de la liberación.

Sin embargo, hay medidas prácticas que podrían preparar mejor a los reclusos para su reingreso a la sociedad. Éstas incluyen cooperación entre las autoridades carcelarias, las organizaciones comunitarias, los reclusos y sus familias. Si bien esto no garantiza el éxito después de la liberación, esta preparación incrementará sus posibilidades.